Les cuento del centeno...
A la luz de la antroposofía*, el centeno proporciona tanto una mente
despierta como la estimulación de fuerzas formativas. Se dice que proporciona
al ser humano la fuerza para mantenerse erguido por eso es especialmente
apropiado para los jóvenes, además se
presentan deformaciones y cierta tosquedad del cuerpo cuando no funciona bien
la hipófisis (que está directamente relacionada con temas de inmunidad!!!)
y además la respiración y el habla también estaría relacionado con el metabolismo
de ciertos hidratos de carbono, particularmente el centeno. En resumen, el centeno
es un alimento básico esencial tanto para
el hombre intelectual como para el trabajador que debe usar sus fuerzas físicas.
Además el centeno mantiene la salud de la parte central del organismo: corazón
y pulmones, y además apoya al hígado... aunque en este último caso debe ser
preparado más cuidadosamente si acaso se trata de un hígado debilitado.
En mis
clases de cocina antroposófica, mi profe nos contaba que el centeno se asocia
al día jueves, al planeta Júpiter, y nos habla de una atmósfera amorosa y soberana, además de proveernos
de generosidad y sabiduría. ¡Así es
que a disfrutar del centeno! ... y a propósito de eso, el otro día hice un pan
con la receta normal y en lugar de la harina refinada puse 2 ½ dl de harina integral (de trigo) y 5 ½ dl de
harina de centeno... quedó magnífico, en mi opinión claro...Bien pero ahora les tengo el queque!
*Referencia
antroposófica: un estupendo librito de Udo Renzenbrink, “Los siete cereales”.
Queque de centeno, moras y manzanas
·
2 dl de manzana rallada (con cáscara)
·
2 dl de mermelada de moras
·
1 dl de leche
·
1 cucharadita de bicarbonato y otra de polvos de hornear
·
3 huevos
·
½ dl azúcar morena
·
1 cucharadita de stevia en polvo
·
2 dl de harina de avena
·
2 dl de harina de centeno (integral)
·
½ dl aceite maravilla
·
Cardomomo, jengibre rallado y una pizca de nuez moscada
Preparación
Mezclé todo
en el orden en que están dados los ingredientes arriba
... luego los puse en un molde
aceitado y mientras tanto puse el horno a precalentar a 200º por unos 10
minutos.
Después puse
mi queque en el horno por aproximadamente 35 minutos (le enterré un palito y
salió seco)...
... lo dejé reposar por un tiempito... ¿Cuánto habrá sido? Una hora...
y lo desmoldé... ¡¿qué tal?!
Ñam, ñam... esto se ve estupendo! ahora un tecito en buena compañía y a disfrutarlo!
(Quedó esponjoso... y "suavecito" me decían... en lo personal me gusta que no sea tan dulce... reconozco haber sido muy halagada!)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario